Hace días viajé a San Sebastian, una de mis ciudades preferidas y de las más ordenadas que conozco, sumida en múltiples obras parecía que tuviesen "plan de choque", como diríamos en Oviedo... El día no acompañaba demasiado, así que después de varias obligaciones laborales y cerca del mediodía decidimos dar un paseo por el casco histórico y tomar unos "pintxos" con los zuritos de rigor, tradición muy arraigada entre los donostiarras e importante reclamo turístico.
Ya pasaba de las 14:30h y decidimos ir a comer a una sidrería típica que me había recomendado un amigo, al llegar estaba a tope de gente, había un grupo muy grande que pertenecía a una excursión o algo parecido. La sidrería en donosti y en general en todo el País Vasco es bastante diferente del concepto asturiano, suelen ser mesas grandes con bancos donde se sientan hasta ocho o diez personas y nada de escanciar la sidra, cuando tengas sed te levantas, abres el grifo del tonel, te la sirves y bebes... Otra diferencia importante es que a estos locales se va a comer, no suelen estar abiertos fuera de las horas de comida y cena.
Nos sentamos y pedimos el menú sidrería, que se consta de un entrante que suele ser chistorra a la parrilla, tortilla de bacalao, bacalao frito con pimientos y chuleta de vaca con patatas y ensalada. La relación calidad precio es insuperable, todo lo que veréis por veinticinco euros que es el precio de este menú.
Empezamos con la chistorra a la brasa, por suerte, era un aperitivo porque aquí las raciones son importantes en general, de buena calidad y sabor.
Bacalao fresco frito con pimientos, sinceramente la tortilla estaba mucho mejor, quizás yo no estuviera acostumbrado a comer así el bacalao, no lo sé, la cuestión es que no fue un plato para recordar.
Ahora sí, llega el plato contundente por excelencia, la chuleta de vaca a la parrilla y por si fuera poco la ensalada... La carne muy buena, de vaca de verdad (nada de ternera...), poco hecha, al punto menos que le llamo yo, sencillamente genial.
Pensabais que se había acabado ehh... pues aún queda el postre, queso manchego con nueces y membrillo... Lo dicho un menú de primera división solo un poco deslucido por el bacalao que fue lo que menos gustó.
Café con hielo y largo paseo por la playa de La Concha que presentaba este aspecto no apto a priori para el baño, aunque algún bañista había en el agua, que con temperatura exterior de 14º podéis imaginarios como estaría el agua.
Y después del paseo para casa...
Hace días viajé a San Sebastian, una de mis ciudades preferidas y de las más ordenadas que conozco, sumida en múltiples obras parecía que tuviesen "plan de choque", como diríamos en Oviedo... El día no acompañaba demasiado, así que después de varias obligaciones laborales y cerca del mediodía decidimos dar un paseo por el casco histórico y tomar unos "pintxos" con los zuritos de rigor, tradición muy arraigada entre los donostiarras e importante reclamo turístico.
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